Por: Iván Giordana.
Querido niñito Jesús:
Podría llamarte Papá Noel o Santa, como te dicen en las películas que miro en la tele, pero me gusta más así, porque es el nombre correcto con el que deberíamos llamarte los que cada Navidad celebramos tu nacimiento (eso me lo dice siempre la abuela). Es tarde y está oscuro, mis hermanitas y mis papás duermen pero yo no puedo, debe ser porque hace unos días que ando un poco triste. Como este año cumplí los siete, mis papás me contaron la verdad. Toda la verdad. Al principio lloré un montón, pero mamá me abrazó tan fuerte que se me pasó rápido (siempre se me pasa rápido cuando ella me aprieta con fuerza). Después, y por el enojo que tenía, pensé en no escribirte nunca más, ¿para qué? Pero lo pensé bien y decidí hacerlo porque, después de todo, todavía soy un niño y me gusta mantener la ilusión de que vas a venir de madrugada a buscar las cartas para ver qué es lo que mis hermanitas y yo queremos.
Papá tiene razón, ahora que sé cómo son las cosas puedo pedir obsequios más valiosos, muchísimo más importantes que la pelota de Racing o el Mecano, incluso más que la bicicleta, así que te paso la lista de lo que quiero para que te vayas preparando. Como verás, esta vez no tendrás que gastar tanto dinero ni traer una bolsa gigante a la medianoche del 24, de modo que podrás disfrutar tranquilo de la cena familiar. Quiero esto:
-Muchas tardes de sol para salir a jugar al patio
-Que mamá me siga despertando con un beso
-Que el Ángel de la Guarda no me pierda de vista
-El mejor escondite para que mis vecinos no me encuentren cuando jugamos a la escondida
-Que llueva algunos días para que crezcan las semillas que planté con papá
-Que después de esas lluvias salgan muchos arcoíris con sus colores bien marcados para mostrarle a mis hermanitas
-Que los abuelos que viven acá no dejen de cantarme canciones aunque no sepan la letra
-Que los abuelos que viven lejos puedan venir a visitarme más seguido
-Mucha energía en mis músculos para no enfermarme
-Que la tía trabaje menos horas así me puede llevar a jugar a la plaza un rato largo
-Que Gina, mi compañerita de banco, guste de mí
Creo que nada más. Ah, sí, casi me olvidaba de lo más importante, que los chicos que aún tienen la ilusión de verte no la pierdan y que llegue el día en que a ninguno le falte la oportunidad de jugar con sus amigos, que es lo más divertido del mundo.
Aunque no vengas, sé que vas a estar acompañándome. Un beso así de grande.
Agustín.
Muy bueno como siempre Iván!!! Muy feliz Navidad!!!